En cualquier negocio u oficina, resulta esencial gestionar correctamente todo tipo de archivos en papel que puedan generarse en la actividad diaria.
Y es que si bien con el paso del tiempo todo parece estar todo más digitalizado y en consecuencia, el uso del papel poco a poco quedo en el pasado, lo cierto es que aún existen empresas y negocios que, ya sea por tradición y/o comodidad, continúan usando el papel.
Destructora de papel
De igual modo, existen ciertos documentos que debido a la exigencia legal, tienen que mantenerse en papel obligatoriamente, si desde un inicio, fueron emitidos en dicho formato, por ejemplo, escrituras, contratos y/o facturas.
Por lo que en definitiva, el papel siempre se encuentra presente y por eso, es preciso asegurarse de deshacerse de él.

En este sentido, la ley obliga a las empresas a destruir los documentos de un modo menos o más eficiente de acuerdo a cada tipo de documento; es decir, mientras más “confidencial” resulte algún documento, mejor y en mayor medida tiene que ser su destrucción.
En ciertas oficinas y empresas, las destructoras de papel destacan por estar dentro de las herramientas imprescindibles, ya que como señalamos, por ley, múltiples negocios tienen la obligación de garantizar la confidencialidad de todos sus socios, usuarios y/o clientes.
Siendo esa la razón por la que tienen que asegurarse de no deshacerse de los archivos que contengan datos personales tirándolos a la papelera, al contrario, deben cerciorarse de destruirlos antes para evitar que sean identificados y/o terminen cayendo en manos de terceros.
Y es precisamente en esas ocasiones, en las que las destructoras se presentan como el mejor aliado en la oficina, debido a que proporcionan la oportunidad de destruir de forma sencilla y eficaz cualquier clase de documentos y papeles que dejen de ser necesario y contengan información personal y/o confidencial.
Destruir los papeles con facilidad
Suele ser muy común que en las oficinas exista una gran cantidad de hojas de notas, documentos impresos y folletos, al igual que una gran variedad de otros archivos, que normalmente, suelen ocupar una gran cantidad de espacio y no dejan suficiente para almacenar aquellos documentos que en realidad tienen relevancia y son útiles. Afortunadamente, existe la posibilidad de destruirlos todos totalmente y con facilidad al utilizar una máquina destructora.
Asimismo, es conveniente señalar que actualmente en el mercado es posible conseguir numerosos modelos de destructoras que logran ajustarse por completo a todo tipo de oficinas y necesidades, ya sea que los archivos deban destruirse de forma ocasional o continua.
De igual manera, en Deskidea también contamos con destructoras departamentales, que destacan por estar principalmente elaboradas con el fin de ser utilizadas continuamente por diversos departamentos y/o usuarios dentro de una empresa.
Finalmente, también disponemos de las denominadas destructoras industriales, cuyo propósito principal consiste en destruir documentos de manera casi permanente, de modo que tienen la capacidad de destruir enormes volúmenes de papel constantemente.
¿Cuáles son las cosas que se deben destruir con estas máquinas en los espacios laborales?
Las destructoras de papel, también llamadas trituradoras de papel, se caracterizan por ser máquinas de oficina que poseen la finalidad principal, como deja ver su nombre, de triturar y/o destruir toda clase de documentos o papeles confidenciales; logrando que los mismos se conviertan en tiras finas o trozos pequeños para lograr que la información contenida en ellos sea ilegible.
Ahora bien, es conveniente mencionar que al decir papel, nos referimos a todo tipo de documento y que debido a algún motivo, deban destruirse, por ejemplo, CD´s, tarjetas de créditos y metales pequeños (clips y grapas), entre otros.
Así, estas máquinas se encuentran especialmente diseñadas para ser capaces de deshacerse de todo el material que es necesario destruir dentro de los espacios de trabajo, incluyendo no solo documentos en papel, los cuales suelen ser los más comunes, sino también información contenida en otra clase de formatos, especialmente en DVD’s o CD’s.
Un claro ejemplo de esto puede ser el de las cuentas anuales y los libros contables (el Ministerio de Hacienda admite la posibilidad de almacenarlos en formato óptico), por lo que en estos casos lo mejor será utilizar una destructora que ofrezca la posibilidad de destruir esta clase de soporte electrónico con seguridad.
Asimismo, por lo general y parte de los CD’s y/o DVD’s, esta clase de máquinas también proporciona la oportunidad de deshacerse de objetos que cuenten con características y densidades parecidas, por ejemplo, las tarjetas de crédito; las cuales suelen ser muy comunes en establecimientos bancarios y empresas de crédito.
Por último, también cabe señalar que en Deskidea tenemos máquinas destructoras que se caracterizan por ofrecer funciones adicionales, por ejemplo, destruir clips y grapas sin llegar a atascarse.

Como se puede ver, en nuestra tienda online es posible encontrar destructoras que permiten deshacerse eficazmente de todos aquellos tipos de archivos y objetos que deben ser destruidos en los lugares de trabajos, ya sean papeles, tarjetas, CD´s, etc.
Además, garantizamos siempre la mayor seguridad en la destrucción, sin importar el tipo de elementos y/o documento que pueda ser.
En Deskidea tenemos lo necesario para destruir todo en el trabajo
Al ingresar a nuestra tienda online, los usuarios tienen la posibilidad de conseguir con gran facilidad y por precios muy interesantes, una amplia gama de destructoras o trituradoras de papel totalmente apropiadas para destruir todo tipo de archivos o elementos de los cuales puedan necesitar deshacerse dentro de su espacio laboral, garantizando siempre una destrucción profesional y segura.
Y es que en Deskidea nos esforzamos y cercioramos de poner al alcance de nuestro público máquinas que sean capaces de ajustarse a cualquier clase de necesidad que pueda presentar, independientemente si deben destruir papel, DVD´s, CD´s y/o tarjetas de crédito, tanto ocasionalmente como de forma continua.
Así, sin importar el grado de confidencialidad o importancia que tengan los documentos, o de su formato, las empresas tienen la oportunidad de deshacerse de ellos con las mayores garantías mientras logran cumplir con las normativas establecidas en la ley acerca de la protección y destrucción de documentos.